Disfrutar de la propia compañia
Fuente de la fotografía: Externa

Los seres humanos anhelamos siempre aquello que no poseemos, dicen los grandes sabios de la antigüedad como Buda, que es allí en donde reside la razón del dolor.

Olvidamos disfrutar el presente aún sabiendo que es lo único que poseemos, en proyecciones vagas de nuestra mente cuando piensa en el futuro o en el pasado, en lo que fue o en lo que será.

El valor de la compañía solo parece existir cuando en soledad extrañamos a quien estuvo con nosotros en algún momento del pasado, pero cuando compartimos con alguien en el presente no le damos la suficiente importancia, es como si dieramos por sentado que esa persona siempre estará allí, como si ese instante fuese eterno, al parecer la importancia o el valor que la misma posee, sale a relucir en su ausencia.

Lo mismo pasa con la soledad, cuando tenemos la suficiente compañía nuestro incensato ser y nuestra absurda mente anhelan el estar a solas, aburriendose o molestandose de la compañía que tiene a su alrededor, buscando defectos, fallas y creando conflictos a su alrededor para lograr su cometido, pero ¿cuál es realmente su cometido?, ¿Cuál es su propósito? , Estas respuestas son simples: -querer aquello que no posee para poder darle importancia. Rememorar el pasado o proyectar el futuro, sin embargo cabe recalcar que también es sano disfrutar de ambas cosas, pues todos necesitamos tiempo a solas para reflexionar, meditar y conocer más de nosotros mismos, buscando el equilibrio adecuando entre estas 2 cosas, encontraremos la tan ansiada armonía ya que todos necesitamos compañía y soledad.